No dejes que la humedad se evapore por sí sola, ya que la corrosión puede dañar el aparato.
No deben utilizarse fuentes de calor, como secadores o luz solar.
Lo que hay que hacer:
Extrae la batería y la tarjeta SIM.
Retira suavemente la mayor parte del agua con una toalla y elimina la humedad. Para ello, introduce el teléfono móvil en un tarro con paquetes de gel de silicio como los que vienen en algunas prendas y calzado durante al menos un día.
También se puede usar un bote de arroz sin cocinar.